Aunque parezca lo contrario, a Felipe también le gusta calzarse las pantuflas cuando llega a su a casa. Es el Rey de España y debe mantener las formas en todos sus actos públicos, pero la intimidad de su morada, como todo ser humano, se relaja en el sofá mientras hace zapping.
Felipe tiene sangre azul, pero necesita desconectar como cualquier otro mortal. Su apretadísima agenta apenas la permite disfrutar del tiempo libre, pero cuando lo tiene, lo aprovecha. En varias ocasiones, hemos visto al monarca con amigos en distintos restaurantes de la capital, e incluso ha viajado con ellos hasta Baqueira para disfrutar de su deporte fetiche.
Le gusta pasar tiempo con sus colegas, reír a carcajadas y disfrutar siempre de una buena gastronomía. Los gustos de Felipín no son tan excéntricos como los de su padre. Juan Carlos prefería el Vega Sicilia, las mujeres y los yates. Le gustaba la caza, las sobremesas eternas y, en definitiva, la buena vida.
Felipe es menos disfrutón, o al menos se muestra comedido. En casa, sin embargo, sí que le gusta la marcha. De hecho, tal y como publica ElNacional.cat, el actual rey es un enamorado del flamenco y tiene dos cajones en Zarzuela que suele tocar con asiduidad. Es autodidacta, se pone vídeos en Youtube y práctica la percusión para relajarse.
El rey tocando el cajón, junto con 64 participantes, se convirtió en la imagen del primer día del Congreso de la Lengua en Cádiz.@clarahostalet habla con los cajoneros que tocaron con Felipe VI ayer.
— Telediarios de TVE (@telediario_tve) March 28, 2023
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Al parecer, uno de ellos se lo regalaron a Juan Carlos. El otro, fue Sara Baras o alguien de su equipo quien se lo hizo llegar a Felipe al saber de su gusto por el flamenco, tal y como menciona el citado portal.