Don Felipe se ha puesto las botas este fin de semana. El viernes por la tarde, el monarca aparecía por sorpresa en Baqueira, el destino que tantas veces visitó junto a sus padres invierno tras invierno, para disfrutar de una jornada de esquí con sus colegas. Al parecer, el esposo de Letizia necesitaba un descanso y se citó con los amigotes en el Pirineo.
Acudió sin Letizia, sin Leonor y sin la pequeña Sofía. El rey tuvo plan de soltero, y así pudimos comprobarlo el sábado, cuando fue pillado junto a ocho amigos en las pistas de nieve. La afición del monarca por el esquí es más que conocida, y teniendo en cuenta que remató la jornada con un buen menú de pueblo, está claro que Felipe se lo ha pasado pipa.
Tras la visita de Urdangarín a Baqueira, ha sido Felipín quien ha gozado del paisaje blanquecino y la mejor gastronomía. Tal y como publica Informalia, el Borbón comió como un campeón: croquetas, butifarra y arroz con conejo. Además, con toda probabilidad, se pimplaría una boteza de vino compartida con sus colegas.
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De este modo, nos queda clarinete que Felipe se alimenta como cualquier otro mortal. Letizia suele ser estricta con las dietas y en Zarzuela acatan sus normas, pero fuera, en la calle, el rey se siente en la libertad de ponerse hasta las cejas sin ningún remordimiento. Ella, evidentemente, jamás se hincharía a croquetas y butifarra