Puede pareceros pronto, pero más vale ser precavidos, que luego se agotan todas las Play Station 4. Juan Carlos I ya ha escrito la carta a los Reyes, concretamente a su rey favorito: su hijo Felipe VI. Tal y como ha hecho llegar la Casa Real a todos los medios de comunicación serios (entre los que, por lo que sea, no estamos incluidos), el Emérito cuyo mayor mérito es haber alcanzado el récord de mayor tiempo sin caerse ha hecho llegar a su hijo sus intenciones de forma oficial tras que la Fiscalía le haya absuelto de todos sus cargos.
En ella, podemos ver como se han cambiado las tornas y parece ser Felipe VI el padre que recibe el WhatsApp de su hijo que, como todo estudiante Erasmus, quiere quedarse un poquito más de tiempo en su lugar de destino: "Conocidos los Decretos de la Fiscalía General del Estado, por los que se archivan las investigaciones de las que he sido objeto, me parece oportuno considerar mi regreso a España, aunque no de forma inmediata", comenzaba diciendo Juan FucKarlos I dando a entender que quiere un cuatri más en Abu Dabi.
"Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida. Aunque, como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos", continuaba en este comunicado oficial donde se le ve muy acomodado con la independencia que le ha otorgado su segundo exilio (el primero fue cuando Sofía lo mandó definitivamente a dormir al sofá por sus infidelidades, de ahí sus problemas de cadera).
Sin mención a Sofía ni a las infantas ni a la reina Letizia ni a sus nietos ni siquiera a Jaime Peñafiel (los meterá a todos en el pack "familia"), Juan Carlos I ha expresado así su intención de poder volver a España de manera esporádica. Hasta ahí, bien. Pero, ¿de verdad cree con los años que lleva al mando que se va a cumplir su deseo de que no se cree revuelo mediático y de poder "organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado"? ¡No tiene fe ni nada!
Esta carta mantiene las dimensiones estipuladas en una felicitación de cumpleaños de un ex. El que felicita, en este caso, se lo curra muchísimo ocupando una parrafada que ni Jesucristo con los mandamientos. El felicitado, en este caso Felipe VI, responde con dos líneas de lo más frías e insustanciales: "Su Majestad el Rey respeta y comprende la voluntad de Su Majestad el Rey don Juan Carlos expresada en su carta", se puede leer en este documento.