Irene Undangarin, la pequeña de la casa, se mantuvo junto a su madre cuando las famosas fotos de Iñaki y Ainhoa salieron a la luz. Era la única que, en aquel momento, vivía en Ginebra con doña Cristina. Vio llorar a la mujer que la trajo al mundo, sufrió en sus propias carnes en engaño de un padre y, a día de hoy, la relación que mantiene con Iñaki no es para tirar cohetes.
Cuando las imágenes que evidenciaban la infidelidad se hicieron públicas, la niña se cogió un rebote de tres pares de narices. Mientras Pablete intentaba calmar la tormenta mediática ante la prensa, Irene rabiaba desde Ginebra. No soportaba ver a la infanta de tal manera. Aquel sufrimiento no era justo ni merecido. Su padre se había comportado como un verdadero sin vergüenza y ella, como buena justiciera, se posicionó junto a la víctima.
La infanta jamás quiso separar a sus retoños de Iñaki, pero Irene se posicionó. Durante los primeros meses no quiso saber nada de su padre, y fue el propio Iñaki, el infiel, quien tuvo que currarse la reconciliación. Padre e hija se vieron, tomaron un helado y llegaron a un entendimiento. Al parecer, la Urdangarina empatizó con él y asumió las circunstancias.
Irene Urdangarin - Gtres
La pregunta es, ¿cómo es su relación actual? Al parecer, la cosa sigue algo tensa entre ambos. Tienen relación, pero Irene sigue algo fría. "Está enfadada con padre por la infidelidad a su madre y la relación entre ellos es bastante más cordial", asegura ElNacional.cat.
Fotos: Gtres