Ojito cuidao, porque Meghan y Harry no solo se han embolsado un buen pastizal por su docu-dramón en Netflix, es que la parejita tuvo el placer pasar unos cuantos días en un casoplón como el que tú no pisarás jamás. Se en encuentra en California, cuesta 33,5 millones y tiene una piscina del tamaño del Estrecho de Gibraltar.
Ahora entendemos por qué Harry y Meghan estuvieron tan habladores durante su entrevista. Los tortolitos estaban en la gloria más absoluta. Les hicieron sentir como auténticos jequeses en una mansión de dimensiones infinitas, y claro, así cualquiera suelta la lengua.
Tal y como publica Summun, se trata de una construcción situada en Montecito y tiene seis habitaciones con sus cuartos de baños, varios salones, gimnasio, sala de juegos, de cine y una enorme piscina, entre otras comodidades. Y por si fuera poco, goza de unas espectaculares vistas al mar.
No hay más que echar un vistazo a la casa para quedarse anonadado. Cada estancia es un palacio en sí. Los dormitorio son del tamaño de cualquier piso medio en el centro de Madrid, los salones parecen kilométricos y el jardín es lo más parecido al paraíso.
El lugar es precioso, sin duda. Y por desgracia para Harry y su esposa, no podrán disfrutarlo más. Al parecer, fue Netflix quien alquiló semejante choza para el documental y en este momento se encuentra a la venta por 33,5 millones.