Como buen aficionado a la gastronomía, Felipe VI quiso celebrar su segundo puesto en la Copa del Rey de Vela con una buena degustación mallorquina. Al Monarca le gusta el buen comer y, al igual que su padre, no duda en pegarse un homenaje de vez en cuando. Este finde semana, ha visitado un nuevo garito en Mallorca. Lleva por nombre 'Mía', está en el Portixol y tiene un pintón excelente.
Es un buen sitio y se ve a la legua. Guillermo Cabot, fundador del restaurante y chef del mítico Ola de Mar, tiene la trayectoria suficiente para saber que su nueva apuesta en la isla será un éxito. Maneja pescados fresco, es conocido su calamar con sobrasada y hace unos arroces que quitan el sentío, tal y como publica Infobae.
Incluso doña Sofía, rarita como nadie a la hora de comer, se apuntó al plan de cenar en el Mía. Irene, su inseparable hermana, la misma que ha soportado sus lamentos matrimoniales durante años, tampoco quiso pederse el popular ceviche de gamba tan recomendado por el propio chef. Leonor, su hermana y doña Letizia, siempre pendiente de la dieta y las calorías, también disfrutaron como enanas.
Y no, no es que la familia de Felipe haya hablado sobre la cenorra que se pegaron, pero bastó con ver sus caras al abandonar el local. Letizia, muy cómplice con Felipe, llamó la atención de la prensa al mostrarse tan natural con su marido. Además, la yaya Sofía se dejó ver cerca de sus nietas y estas parecían encantadas. Es decir, había un buen rollete increíble.
Fotos: Gtres