Juan Carlos I está hecho un chaval. Si la última vez que caminaba agarrado al brazo de su escolta, ahora el emérito se basta y se sobra por sí mismo. Lleva un bastón por lo que pudiera pasar, pero la realidad es que se le ha visto caminando con soltura por el puerto de Sanxenxo. Su rostro, también cambiado, ha despertado la curiosidad de muchos... ¿qué se ha hecho en la cara?
Al padre de Felipín le sienta bien España. Eso está más que claro. La brisa marina, los percebes frescos y el rodaballo salvaje alimentan el alma del que un día gozó de todos los placeres posibles. El Borbón más disfrutón, el mismo que adoraba las cacerías con amigos y las sobremesas interminables, ha disfrutado ahora de uno de sus hobbies favoritos: regatear.
A sus 85 tacos, el emérito ha tripulado El Bribón con tan buena mano que se ha hecho con la victoria: primera posición en las regatas de la Ría de Pontevedra. Premio para Juan Carlos y premio para sus colegas, entre ellos Pedro Campos, que también forma parte del equipo de 'regateo' que tanto adora el yayo de Victoria Federica.
El que fuera monarca está como un roble, y existen varios factores que justifican su notable mejoría. El primero de ellos, su visita a una de las mejores clínicas estéticas del planeta. Y no, esto no lo ha confirmado él y tampoco su entorno, pero Pilar Eyre, experta en bótox y temas Reales, mantiene la teoría de que Juan Carlos se ha sometido a varios retoquitos en los últimos tiempos.
"Yo creo que el rey vuelve a estar en el mercado y por eso mismo se está haciendo estos tratamientos", asegura Eyre en su canal de Youtube. "Hay una clínica en Abu Dabi que se llama Burjeel donde hay un cuadro médico espectacular. Es donde van todas las princesas árabes. Las instalaciones son fantásticas, maravillosas", comenta la periodista.
"Yo creo que él se ha hecho un tratamiento de factores de crecimiento o plasma vivo en plaquetas... Seguramente también tiene inyecciones de ácido hialurónico y de colágeno. Bótox no... Más que un lifting, parece ser que se ha sometido a todo este tipo de prácticas. Tenemos que pensar que no es la primera vez que lo hace. en el año 200 iba a la clínica 'Planas' de Barcelona y llegó a tener tanta amistad con los doctores que se compró un apartamento dentro de la clínica para hacerse sus tratamientos 'anti aging'", explica Pilar con todo detalle.
Además, el emérito cuenta ahora con un anillo futurista en su mano izquiera capaz de monitorizar sus constantes vitales. Según Informalia, se llama 'Oura', mide la calidad del sueño y hace un tracking de la temperatura corporal y de la frecuencia cardíaca. Va conectado a una aplicación móvil y memoriza todo lo que le suceda a Juan Carlos.