El joven y fiestero Froilán ya no está entre nosotros. Ha puesto rumbo a Abu Dabi en busca de cierta paz mediática, un curro en condiciones y un abuelo que, con toda seguridad, se encargará de que su nieto esté bien servido. Harto de ser el blanco perfecto de los paparazzis, el sobrinísimo ha puesto tierra de por medio.
El pasado domingo, Froilán era pillado en un after ilegal junto a sus colegas del alma, y allí estaba Belén Perea. Cuando el hijo de doña Elena rompió con Mar Torres, se dijo que la 'influencer' mallorquina era su nuevo amor. Sus continuas quedadas despertaron las sospechas, sin embargo, no hay confirmación alguna.
Froilán y Belén son amigos, y de los buenos. Ella es su fiel guardaespaldas, su consejera y la encargada de hablar con la prensa cuando el retoño de Marichalar está sobrepasado. El pasado jueves, cuando el joven fue pillado disfrutando de su última juerga, Perea perdió los papeles.
"Ella insultaba a los fotógrafos desde la ventana de la casa compartida mientras el nieto de don Juan Carlos se reía y se tapaba la cara", aseguran, tal y como publica Informalia. Al parecer, Froilán acudió a casa de su amiguísima y la prensa le siguió hasta allí. Fue entonces cuando la 'instagramer' se pasó de la raya: "Hasta trató de arrebatarles una cámara", reza el citado medio.
De este modo, queda claro que Belén es la escudera del travieso Froilán. La amistad que les une es pura y verdadera, y ahora que el hermanio de Victoria Federica comienza su nueva vida en Abu Dabi, no será extraño ver a Perea en el aeropuerto cada dos por tres, decidido a visitar a Froi.