Es miércoles de revistas y miércoles de exclusivas, que cómo nos gustan. Y es que ha sido la revista Diez Minutos ha seguido indagando en el conflicto entre Isabel Pantoja y su hijo, Kiko Rivera y... ¡voilá! Ha aparecido un nombre que podría ser clave entre tanta disputa: Irene Rosales.
Las cosas en la familia se están poniendo más tensas que cuando el niño de 'El Resplandor' va haciéndose el rally por los pasillos del hotel. Que nunca sabes cuándo te puedes llevar el susto. Porque, aunque Irene ha dejado claro que "es su madre y yo no quiero opinar ni influenciar en absolutamente nada", sí que tendría mucho que ver en esto...
Según cita la revista, Isabel Pantoja habría sentenciado: "Mi hijo tiene su familia y por encima de su mujer y sus hijas no hay nada", dando a entender que la Rosales podría llevar la voz cantante (qué ironías, ¿verdad, Pantoja?).
Por fuentes cercanas han podido saber que tanto Kiko Rivera como Irene habrían filtrado a la prensa diferentes informaciones para desacreditar a mamá Pantoja, que aclara: "Ellos hacen y deshacen como les da la gana. Sólo se acuerdan de mí cuando me necesitan…"
A Isabel la han destronado y eso escuece un poquito: "A mí, mi hijo no me da mi sitio. A su mujer, a su familia, sí. ¡Pues olé ella!". A lo que añade, muy humilde que ha sido siempre, que Kiko puede hacer lo que le salga de la gorra, porque "yo estaré siempre por encima de todo y de todos".
GTRES
Para la Pantoja, va a ser que ahora su pequeño del alma, en vez de tener piel de canela, la va a tener de esparto, porque aquí las caricias están muy lejos de hacerse realidad... A pesar de ello, sí que ha dicho: "Ya volverá mi hijo y aquí estará su madre esperándole. Que no se olvide que una madre está ahí siempre".
Echando la vista atrás, esta relación tan tensa entre nuera y suegra nunca fue para tirar cohetes. Y, como recuerda la revista, lo que habría sentenciado definitivamente su relación con Irene fue cuando ella y Kiko entraron en 'GH Dúo'. La Pantoja no quiso hacerse cargo de sus nietas, que tuvo que cuidar la madre de la Rosales cuando, a su vez, también se hacía cargo de su padre, muy débil de salud. Ahora, Irene estaría animando a su marido para luchar por lo que es suyo y recuperar su herencia.
Vamos, que la cosa no está como para celebrar la Nochebuena en Cantora... Y, si se celebra, que alguien se encargue de llamar a los antidisturbios... Por si vuelan las peinetas.
