Para ser más exactos —que se note que nuestro trabajo es riguroso, milímetro a milímetro—, son 860 kilómetros y casi 9 horas de carretera los que separan Arcos de la Frontera, el lugar en el que tienen su hogar Jesulín de Ubrique y María José Campanario, de La Muela, el pueblo donde se encuentra el nuevo proyecto profesional de la Campa.
La Muela, efectivamente, es un pueblito de Zaragoza de menos de 6.000 habitantes. Y mira que es un destino curioso para una dentista. Menos mal que no es ginecóloga, que si no igual se nos iba a trabajar al pueblo del Chumino (turúm, tsss).
Mediaset | Marijó en la puerta de la clínica, fotografiada con un Nokia 7650
Dejando de lado los chascarrillos, la verdad es que la Campanario se ha ido hasta allí para trabajar en una clínica dental. Así lo desvelaron ayer mismo en 'Sálvame'. Y claro, la gente se pregunta por qué la muchacha se ha marchado a la otra punta de la península a currar.
Parece haber una respuesta sencilla. Y es que, como le comenta una amiga en común a Canales Rivera, Marijó estaría allí cubriendo una baja laboral. Kiko Hernández añade que, según fuentes del pueblo (fuentes de información, no de agua), la mujer estaría cubriendo el puesto de la ayudante de la titular de la clínica, que es amiga suya y le estaría haciendo el favor. Allí, añade, llevaría ya dos semanas trabajando.
Facebook | La clínica en cuestión en la que trabaja Marijó
El reportero Sergi Ferré ha cogido la carretera para plantarse en La Muela. Por echar el día, porque allí no es que vaya a encontrar mucha cosa. Pero, según comenta, Mariajo "no tiene una intención de que sea una suplencia". De hecho, parece ser que la intención de la dentista es ir haciéndose poquito a poco una agenda propia de pacientes y viajar regularmente a La Muela.
GTRES | Foto de hemeroteca (no sabemos si la mascarilla nos gusta o nos horroriza)
Y hablando de dineros, parece ser que los tratamientos son caros. "Lo que está claro es que le compensa", comenta Ferré. Marijó, ¿cuánto por un empaste? Por estudiar el mercado, más que nada...
Foto de cabecera | GTRES