La marquesa se ha puesto tiesa con su marqués. Tamara Falcó presentó el pasado miércoles 9 de marzo su nueva colección de joyas monjiles para Tous. Allí, la colaboradora de 'El Hormiguero' se confesó (nunca mejor dicho) sobre en qué punto se encuentra su relación con Íñigo Onieva tras los rumores de infidelidad del empresario al ser cazado actuando de forma cariñosa en una discoteca el anterior fin de semana.
Lo devota que es Tamara no solo le ha hecho confiar en su churri y perdonarle en numerosas ocasiones, sino que también la ha llevado a darle un ultimátum a Íñigo, que tiene que empezar a ceder más en sus hábitos religiosos: "Le he dicho 'Si yo voy a tu discoteca, tú vienes a misa", ha compartido de forma jocosa (entre broma y broma, la verdad asoma) con los periodistas.
La Falcó tiene muy claro que su etapa inicial de relación tiene la misma duración que las obras de la Sagrada Familia: "Estamos todavía en el noviazgo que es un momento súper bonito para conocerte", ha repetido en numerosas ocasiones.
La marquesa de Griñón y próxima estrella de Netflix cree que en la diferencia está la virtud, aunque también comparten algunas máximas en común, como el pijismo máximo y sus outfits de estar en una capea constante: "Encontrar a alguien con el que te llevas bien aunque discutamos, pero nos reímos y nos gustan las mismas cosas. Él es súper familiar, los fines de semana comemos o con su madre o con la mía. Hay veces que con las dos", declaraba en el diario 'La Razón'.
Aunque la actitud de la hija de la Preysler apunta a que es muy permisiva con la locura desatada de Onieva, Tamara no sabe si podría asumir el rol de Christofer en su relación: "No sé si perdonaría una infidelidad, no me gustaría verme en esa tesitura. Yo creo que es distinto perdonar una infidelidad cuando estás casada y con niños", dijo en el diario anteriormente citado.