Ay Poproseros, que ya sabéis que por aquí (bueno yo) idolatramos a Benedict Cumberbatch, que sí, guapo guapo del todo no es, pero es su voz, su acento, su pelirrojismo, su flema británica, su todo... que pampanitos nos tiene, y después de lo de ayer mucho más, porque sólo él puede elegir San Valentín para casarse en un sitio de lo más romanticón. ¡Ay qué bonito!
Desde que Benedict y Sophie anunciaron su compromiso de la manera más británica y tradicional que puede existir (porque el Times es más británico que los gintonics de la Reina Madre) y por supuesto nos esperábamos una boda tranquila, sencilla y muy acorde al compromiso y he aquí que la han tenido: pequeña iglesia en paraje idílico. Ay que, como diría Audrey, se nos saltan los empastes de tanto amor.
El lugar elegido ha sido la iglesia de San Pedro y San Pablo, en Mattistone, en la Isla de Wight. Poca gente, el sitio ya lo veis que es entre cuqui y muy cuqui. Casi me los puedo imaginar, él de chaqué, ella con un vestido de corte imperio con flores en el pelo, sencilla pero guapísima... Ay Benedict, qué tristes y alegres nos has dejado a la vez al casarte en el día del amor.
Vía | People
Foto | GTres
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