María Patiño ha dado esta mañana a sus socialiteros la noticia más dura de su carrera. No, no es que se haya hecho monja teresiana y haya anunciado la muerte de Jesucristo en el Viernes Santos, sino que su crush Álex González, el guapérrimo actor por el que cualquier infidelidad estaría justificada, tiene de nuevo el corazón ocupado, 'sold out' con fianza (con-fianza de novios) pagada y todo.
Tal y como han informado desde 'Socialité', el que dividió a España junto a Rubén Cortada en la era de 'El Príncipe' (o eras de uno, o eras de otro, medias tintas no) ha sido pillado pelando la pava con la influencer Rocío Camacho, a la que le acaban de subir de repente las cuotas de haters celosas desde que se ha dado a conocer el shippeo.
Según un testigo mirón, Álex González y Rocío Camacho no solo comieron algunos platos de la carta de un carísimo restaurante digno de postureo fino en Instagram, sino que también "se comían con la mirada" durante la velada romántica.
Es más, según este señor centinela (al que me imagino con gabardina, gafas de sol y un periódico con dos boquetes para ojear), Rocío y Álex estaban tan a gusto que "parecían que estaban solos, se quedaron hasta el cierre del restaurante". Del toque de queda a quedar para tocarse (las manos, según el testigo ocular) tan solo hay una preposición de distancia.
Además, este Cristina Soria 2.0 (experto en lenguaje no verbal por la Universidad de la Calle) intuye que, por la complicidad que notó entre ambos, no era ni la primera ni la segunda vez que ambos compartían postre (por muy jodido que sea eso para algunos) en un restaurante de calité. Según el programa, influencer y actor también han sido vistos recientemente en una cafetería por Atocha.
Los socialiteros, todo un referente en el mundo del cancaneo, han apuntado a que los tortolitos llevan meses (desde enero, concretamente) conociéndose basándose en una prueba irrefutable: se dan like a todo lo que postean. ¡Cómo ronean, cómo ronean, delante de los followers pa' que los vean!
Vale, que también le das 'me gusta' al que se sentaba a tu lado en el pupitre del cole, pero en tiempos de pandemia, la táctica de cañeo 'pesca de arrastre instagramer' es un hecho rutinario del soltero/a, viene a ser como la putivuelta pandémica, eso que hacíamos en los buenos tiempos de perreo discotequero para ver el percal del día.
