La omnipresencia de la presentadora Raquel Sánchez Silva estos días ha vuelto a poner sobre la mesa el eterno debate sobre la misteriosa muerte de su difunto marido Mario Biondo. Verla los martes presentando 'Maestros de la Costura', los viernes participando en 'El Desafío 2' y ahora como invitada de 'Pasapalabra' (donde la periodista ha rendido culto a Orestes) ha hecho que se intensifique la corriente de 'hate' que reciben tanto ella como su marido Matías Dumont en las redes sociales.
Nueve años después del fallecimiento del cámara Mario Biondo -cuya versión oficial apunta hacia el suicidio- Raquel SanSi y Matías Dumont siguen conviviendo con amenazas en sus perfiles de Instagram y Twitter. Es por eso que la actividad del argentino se ha ido convirtiendo cada vez en más asintomática desde que forma parte de la vida de la presentadora.
Dumont solía presumir de sus proyectos profesionales y de la vidorra de churri de famosa que lleva en lo personal. Sin embargo, la intimidación de los haters ha conseguido que Matías apenas se acuerde de su contraseña en estos portales y que no suba contenido junto a su mujer para evitar sufrir gratuitamente.
Una de las últimas interacciones que ha tenido la pareja públicamente fue en 2020, cuando Matías Dumont publicó una foto de Raquel presentando la gala del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria donde se derritió en halagos hacia su esposa: "Siempre dándolo todo. Increíble, como siempre. Y el perfil más hermoso que vi en mi vida", tituló dicha imagen empezando a cocer el odio de sus detractores.
Una cantidad industrial de sapos y culebras llenaron el tablón de comentarios de esta publicación en respuesta a la inocente aportación de Matías. Casi todos, con un denominador común: graves acusaciones contra Raquel Sánchez Silva en relación a la muerte de su anterior pareja, Mario Biondo. Una tónica general por la que se entiende que la pareja haya decidido cortar por lo sano su naturalidad en redes.
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