"Lo que mal empieza, bien acaba", célebre y trillada frase del refranero español que se debió repetir en su cabecita Pablo Puyol en cuanto se percató que su luna de miel con Beatriz Mur se había ido al garete. Recordemos que los tortolitos se dieron el "Sí, quiero" a principios de julio en un bodorrio de ensueño y tenían previsto viajar a México como viaje de novios, pero se han quedado con todas las ganitas.
El matrimonio tenía la intención de gozarlo en el territorio de los shots de tequila y las quesadillas picantes, pero no pasaron del aeropuerto ya que las autoridades locales le denegaron la entrada al intérprete, acusándolo de falsedad documental. Así lo ha relatado el susodicho en una entrevista para '¡Hola!':
"Había un fallo en el visado de trabajo que nadie me notificó. Estuve viviendo allí y trabajando como actor, presenté una obra de teatro, una película y una serie. No tuve ningún problema", ha revelado el bailarín de la calenturienta academia de 'Un paso adelante'.
"Nos tuvieron allí unas horas, me interrogaron y nos metieron en un avión de vuelta", ha confesado Puyol, echando humito por cada orificio de su cuerpo y contemplando tomar medidas legales por el trato que recibió su señora esposa: "Contra ella no tenían nada y la aislaron e incomunicaron igualmente. Al venir conmigo la trataron como si fuese una delincuente".
Finalmente, la pareja improvisó una luna de miel 2.0, ya que perdieron la pasta gansa invertida en las vacaciones, y alquilaron una autocaravana con la que visitaron lugares como el cabo de Gata o el Algarve.