A partir de ahora, el 4 de marzo debería ser festivo en España por este suceso histórico sin precedentes que se ha dado en la última hoguera de esta tercerda edición de 'La Isla de las Tentaciones': el hallazgo es que Diego tiene sentimientos.
El boxeador y cantante de reggaetón (es como el Omar Montes de Wallapop) se ha quitado el efecto laca que tenía en su expresividad, ese por el que expresaría del mismo modo su euforia por ganar la tarjeta de 'El Hormiguero' que su tristeza absoluta por el abandono de Anabel Pantoja de 'Sálvame', a raíz de las impactantes imágenes que ha visto de Lola con Carlos.
A pesar de que Diego se ha sentado en el escalón para ver más de cerca qué ocurrió en la cama entre su novia Lola y el tentador en presencia de Lucía, el abogado no se había percatado de que quien firmó la manualidad conjunta con su chica no fue Simone, sino Carlos en un giro dramanomático de los acontecimientos guarrosos.
"Alucino, la verdad. No sé, si me pellizcan, es un sueño quizás y si me despierto, estamos en León todavía antes de venir aquí. Me da vergüenza ajena", ha expresado Diego mientras que Lola se llevaba las manos a la cabeza.
Pero claro, cuando Diego creía que había llegado a una calle sin salida con una señal de 'stop', de repente aparece Lola GPS indicándole un barranco y diciéndole que el tío al que le ha tocado la zambomba y él a ella la guitarra no es Simone, sino el "Barqueta", que es como James Lover llama al sevillano.
"Ya es que es lo que me faltaba. Con las mantas tapado pensaba que era Simone, pero si lo has hecho con otro ya... No sé que se te ha pasado por la cabeza, Lucía decía que botaba la cama. Siento decepción, odio, esto se va a la mierda, al garete", admitía Diego sin dar crédito (ni a Cofidis) de cómo se le ha ido la perola a su novia.
Diego ha querido tranquilizar a Lola explicándole que quiere incorporar en su vida el término "perdonar" y que, aunque le lleve su tiempo, va a intentar no tener en cuenta el comportamiento de su novia. Una reflexión y actitud que ha emocionado a la leonesa.
"Esto es lo que yo quería de él, que fuera un hombre y que perdonara que me he equivocado. Igual ha sido necesario venir hasta aquí y equivocarme para que él aprenda a ser así", ha dicho encontrando una justificación a sus actos y provocando las lágrimas en Diego, que ha asegurado estar actuando de corazón desde el primer momento que se ha encontrado con Lola en esta hoguera de confrontación.
"Quiero actuar desde el corazón, desde lo que siento, y no desde el rencor. Soy una persona que no perdona, que no olvida, fría y eso lo tengo que cambiar. Si no me doy cuenta aquí, igual me doy cuenta cuando ya sea demasiado tarde, yo sólo, sin una persona al lado", reflexionaba muy emocionado Diego mientras que Sandra le miraba con orgullo, como cuando mira al libro que le hizo ser finalista del Premio Planeta.
Finalmente tanto Lola como Diego han decidido volver a sus villas para dejarse llevar "sin cortarse", tal y como le ha pedido en su despedida con besos y abrazos. Vaya, que si hay que grabar un videoclip, se sigue grabando. Show must go on.
El cantante, boxeador, abogado y excolaborador de 'Art attack' (aunque ahora quien haga manualidades sea ella) ha expresado que necesita tiempo para pensar sobre su relación con Lola. Y claro, nada mejor que hacerlo en el retiro espiritual de 'La Isla de las Fornicaciones', donde la reflexión es la principal vía de comunicación.
Vía | MitelePlus