Saca las perlas fake del joyero y desenfunda la pamela que luciste en la boda de tu prima la del pueblo porque te traemos un salseo deluxe que te va a dejar de piedra. Se dice, comenta y rumorea que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se han cansado de dormir bajo las mismas sábanas de algodón egipcio y el escritor ha picado billete del carísimo nidito de amor.
Según 'Semana', el premio Nobel lleva instalado en su casoplón del centro de Madrid desde hace varias weeks y no ha vuelto a su antiguo hogar ni para decir holi. Con esto no quiere decir que la parejita se haya separado definitivamente aunque son varias las pruebas que confirman lo contrario.
De hecho, tanto Isabel como Mario coincidieron hace escasos días en un sarao de la jet set made in Spain pero ambos llegaron y se piraron cada uno por su lado.
Por otro lado, también se contempla que la espantada del peruano se deba a que necesita su espacio de intimidad para escribir el nuevo librito que tiene en mente. Sin embargo, este motivo sería telita de inusual ya que en sus anteriores publicaciones no se sometió a este retiro del world.
Según la propia revista, la Preysler ha desmentido que exista separación alguna con su churri pero en las imágenes que aparecen en esta, se ve al susodicho saliendo de su house de soltero cada día sobre las 7 de la mañana y sin intenciones de visitar a su amada. Igual es que la socialité se cansó de pegarse esos madrugones y lo mandó a freír espárragos.