Si nos tuviéramos que mudar a cualquier ciudad europea, nosotros también nos iríamos de cabeza a Ginebra (aunque a nosotros como nos gusta es con limón). Allí vive desde el año 2013 la familia Urdangarín... Y allí han vuelto a reencontrarse.
Iñaki Urdangarín continúa con su régimen penitenciario de semilibertad y piensa explotarlo al máximo. De hecho, este año ha conseguido tener 48 días de libertad (más que tú y yo juntos de vacaciones, qué envidia).
Pero espérate, porque el pasado domingo tenía marcado en el calendario una fecha muy especial: el cumpleaños de su darling, la infanta Cristina. Que 56 tacos no se cumplen todos los días.
Suponemos que querría estar con ella pese a todo, aunque el mismo domingo tuvo que ser imposible. De hecho, la infanta Cristina sopló las velas más bien sola, con la única compañía de la hija pequeña, de 16 años, Irene. A sus otros tres retoños los tienen esparcidos entre Londres, Barcelona y Madrid.
Pero vayamos al caso, que a nosotros nos encanta todo lo que tenga que ver con una fiesta de cumpleaños. Que aunque el propio domingo no pudo estar allí Iñaki para tirarle de las orejas a su mujer (qué tradición más estúpida, también te digo, que a nosotros nos tiras de las orejas y te llevas un guantazo), sí que estuvo con ella al día siguiente, ayer lunes. Si le cantó entonces el 'cumpleaños feliz' no lo sabemos, que igual hacerlo un día después da mala suerte.
Porque, tal y como informa 'Vanitatis', Urdangarín padre recibió un permiso de cuatro días (a partir del lunes) para poder viajar a Ginebra y echar el ratito con su mujer y su hija. Reencontrarse. Ponerse al día de sus cosas y todas esas cosas que deben hacerse cuando un padre pasa por el trullo...
Fotos | GTRES