Lola y Diego están siendo una de las parejas protagonistas de esta tercera edición del reality que se graba en esa isla donde los mayores golfos no son los accidentes geográficos, sino los que provocan accidentes (siniestros totales) en sus respectivas relaciones, esas que tienen su sentencia de muerte firmada desde el primer segundo en el que pisan ese catamarán durante el capítulo 1.
Tras pagar la suscripción en Mitele Plus, puedo deciros que Diego pidió la hoguera de confrontación con Lola, la chica que ha cambiado más de opinión en estas semanas que los youtubers de domicilio, sin ser conocedor de lo que realmente ocurrió bajo las sábanas entre Carlos y Lola. ¡No vio el video porno para los superhéroes con visión supersónica que grabaron en la habitación de Lucía!
En la última hoguera, para Diego fue demasiado doloroso ver a su novia llorando más en unas horas que la Esperanza Macarena desde que fue tallada en el Pleistoceno capillita, por eso decidió dejar de ver imágenes de Lola y pedirle a Sandra Barneda un vis a vis con su novia después de este encierro en la cárcel paradisiaca del pecado.
Lo que no sabía es que las imágenes más duras estaban por llegar, las de las manualidades con mejunje Art Attack en la misma cama donde dormía Lucía. De hecho, no las verá hasta la famosa hoguera de confrontación donde Lola se arma de valor y le dice "he hecho cosas peores de las que has visto".
Tras un recibimiento de lo más cariñoso y tierno por parte de Diego, con esos besos en la nariz que tanto echaba de menos Lola, el cornudo en términos sexuales se ha quedado a cuadros, con la cara más desencajada que Mr. Potato en una mudanza con sus piezas desperdigadas. "¿Cómo que cosas peores? ¿Un beso?", decía extrañado.
A Lola ya le había extrañado que, conociendo el ungaungaísmo de Diego, no le haya "pesado más su orgullo" que el romanticismo. "¿Me quieres? Yo te quiero", le decía el Omar Montes de Wallapop (cantante y boxeador) a su novia nada más conocer que ella había aceptado este cara a cara.
Lola no paraba de hacer cosas con la mano para intentar hacerle entender a Diego (sin tener que verbalizar ningún sinónimo de gayola, manola o cualquier término feo de este tipo) qué es lo que había hecho tan grave con Carlos, olvidando quizás que un busto no entiende de manualidades.
Los de Telecinco, que no dan puntada sin hilo, se han guardado la reacción de James Lover para el próximo programa, cuando cuando reservabas el Fantasmiko de tu color favorito para comértelo al final (si no te lo quitaba tu primo).