La segunda entrega de 'Soy Georgina' para Netflix nos ha dejado momentazos y a cual más variopinto. Y es que nuestra adorada Georgina Rodríguez ha hecho de todo menos cerrar la boca y la cartera en esta entrega. Prueba de ello han sido los platos de ibéricos que se zampaba a cada cuarto de hora o cómo arrasaba con la tienda deluxe de turno, desembolsado como mínimo 20.000 € de nada.
Pese a que la de Jaca ha mantenido una postura algo fría y distante en los episodios, cuando se juntaba con su ejército de coleguis, salía su verdadera Gio. Tanto es así que, mientras se encontraba enseñando las obras de su casoplón en Madrid, a la muchacha se le escapó un dato muy jugoso.
Rodríguez le relataba a "Las Queridas" que no podía mojarse los brazos al haberse realizado tres tatuajes: "No nos metimos en la playa y me forré los brazos de esparadrapo el primer día", explicaba la modelo sobre sus problemillas de ricachona empedernida.
Ya de vuelta a su domicilio, la situación dio un giro de 180º cuando Cristiano Ronaldo le propuso darse unos chorritos como a quien le da por limpiar los baños: "Me dijo Cris que fuéramos al spa. Pues vamos. Estaba súper rayada y la primera vez que me metí en el jacuzzi entré con los brazos así levantados", añadía.
Hecho que desató las reacciones del team de amigos de la argentina. "Ya podíais haberlo hecho en la cama y no en el spa", espetó Iván Rodríguez, tertuliano de 'Ya es mediodía', provocando la risa nerviosa de Georgina. "¿Hicisteis el amor en el spa?", "¿Y esa risa?" o "Se ha puesto nerviosa", fueron algunas de las respuestas de la banda. "Que no lo oiga Cristiano", zanjó Lady chorritos.
Foto | Netflix