Ayer por la tarde España entera se paralizó. Vale, quizás no tanto, pero al menos el equipo de Poprosa estuvimos pegados a la televisión para ver en Sálvame la boda de Fani y Christofer. ¡No se había visto nada igual desde la de Felipe y Letizia!
Llevábamos todos unos días un poco tristes porque la pareja había decidido cancelar su boda cinco días antes de prometerse el amor eterno. ¿El motivo? Christofer hizo uso de sus dotes comunicativas para dejarlo bien clarito: "Me cago en el COVID y en la madre que lo parió".
Menos mal que Sálvame siempre está ahí, atento, con su buena voluntad y sus ganas de hacer feliz a las gentes. Ellos no iban a permitir que la parejita se quedara con ganas de noche de bodas. Así que sin problemas: que todos los invitados se pusieran Telecinco y se dieran por satisfechos. Y encima la pasta que se han ahorrado los dos en cubiertos y barra libre... Si quieren les da incluso para otro cochecito.
Una ceremonia oficiada por Kiko Hernández en la que cada uno de los novios llegaba por separado. El primero era Christofer lo hacía junto a Chelo García-Cortés. Fani, después, llegó al altar del brazo de Alonso Caparrós. Y ella sí que consiguió sentirse una princesita de la realeza el día de su boda, pues llegó con un vestido alta costura de Petro Valverde, diseñador que se encargó del vestido de novia de la infanta Elena.
Ya frente a frente la pareja sobre el altar, las lagrimillas se hacían difíciles de contener. Y después de prometerse el amor eterno, el cuidado y la fidelidad (si ellos dicen que sí, nosotros les creemos), llegó el momento más esperado. ¡El sí quiero!
Pero para final apoteósico el que les dio Rafa Mora dándoles su beneplácito. El tete estuvo durante toda la ceremonia en un rinconcito charlando por teléfono. Claro, Kiko al verlo de palique en un momento tan importante tuvo que preguntarle si le pasaba algo. Y la cara de Rafita nos hacía pensar lo peor... "Sí, tengo que deciros algo", se arrancaba.
"Mira, Kiko, tengo aquí una llamada en espera de una persona que llevo hablando mucho rato con ella. Y sé que si entra puede hacer mucho daño a esta pareja. Pero después de ver lo enamorado que están, realmente creo que no voy a darle paso. Y, de verdad, que seáis muy felices", decía más emocionado que el día que aprobó la selectividad.