Si por algo se ha caracterizado el 2021 ha sido por nuestros tres momentos mágicos y épicos con una Lola como protagonista (lo del COVID-19 es una nimiedad a su lado): el anuncio de la cerveza de Lola Flores, Terelu vestida de cerda cantando 'Lola Bunny' y Lola de 'La Isla de las Tentaciones 3' llorando por su perro, liándose con el hombre invisible y liándola parda cual saqueo vikingo en Villa Montaña contra sus compañeras.
Sin embargo, la que en el amor parecía una farsante ha conseguido cambiar nuestra percepción de ella gracias al concursazo que está haciendo en 'Supervivientes 2021'... ¡Ha sido capaz de aguantar a Antonio Canales y todo! Ya solo por eso se merece un apartamento en Torrevieja de premio.
Quizás por eso, el programa ha decidido premiarla con la visita del hombre que ha sido capaz de reconquistarla tras el movimiento sísmico de magnitud 6 en la escala de Richter que sufrió su corazón en 'La Isla de las Filtraciones'. Ni ella misma se entendía... Bueno, ni se entendió, porque decía que quería "vivir" y "estar sola" y al rato apareció con Iván, su nuevo novio.
Este chico ha cruzado el charco por ella, algo que Diego James Lover solo haría para grabar un videoclip en una localización buena.
Lola ha cambiado, como diría el propio Vikingo, el choped de pavo (Diego) por la auténtica cecina de León que es Iván, un HOMBRE con emociones, al que no parece que le hayan echado laca a su expresión facial, porque su ex tenía la misma cara cuando le daba un Art-Attacke de risa que cuando el médico le dice "hay que operar".
La carta-attack y el reencuentro
Lola, además de cuatro sobres de cecina de León envasados al vacío, traía en su maleta una carta que le había escrito Iván Rubio antes de poner rumbo a Honduras. Su novio le pidió que no la abriera hasta el momento oportuno, provocando que la amazonas (como la define Canales) fantaseara con poder leerla muy pronto desde los Cayos Cochinos.
Ayer, en 'Tierra de Nadie', llegó el momento de leer la epístola con cierta dificultad, como cuando llegabas al cole en septiembre después del verano sin tocar un libro ni con un palo y se te había olvidado leer y escribir. Gracias a Dios el contenido no era una epopeya amorosa con rima consonante:
"Oh Lola, Lola, tu nombre me mola, pues es muy bonito para una española, Lola. "Oh Lola, Lola, qué a gusto se está aquí de merendola. Y qué bien aliñas la escarola, Lola. Oh Lola, Lola, si se rompe un pie se lo escayola, y si está cariñosa me hace una gayola", Javier Maroto ('La que se avecina').
Mientras se encontraba inmersa en la lectura de esta carta, Lola ha notado como unos fornidos brazos de futbolista le tapaban esos ojillos color Coca-Cola e instantáneamente ella se ha puesto a saltar de la emoción hasta subirse encima suya y comerle los morros apasionadamente cual Rosa Benito y Amador Mohedano (esperemos que acaben una mijita mejor).
"No me lo puedo creer, no me lo puedo creer. Ay, se me había olvidado lo guapo que eres", confesaba la concursante con su espontaneidad habitual al tener a Iván a su lado mientras que Palito Dominguín hacía bíceps sujetando la vela, qué digo vela, el cirio pascual. La pobre estaba de voyeur de este reencuentro al que le faltaba la banda sonora de 'Love Is in The Air'.
Sin parar de llorar ninguno de los tres, Palito inclusive acordándose de su novio Harry, los tortolitos no podían dejar de abrazarse tras unos meses sin poder hacerlo: "Mi amor, te amo. Qué fuerte, mi amor. ¡Estoy flipando!", seguían sin dar crédito al emotivo momento que estaban viviendo.