Las tablets ya están cargadas (por el mismísimo Diablo) con la batería al 100% de mamoneo para las segundas hogueras de 'La Isla de las Palpitaciones'. Lucía ha tenido que enfrentarse a las imágenes de Manué con la manita en todos lados, pero poco relajá, igual que su gambita: rebozada, al pil-pil, sin gabardina (eso sí) gracias a sus magreos con Stefany y Fiama.
Las primeras imágenes de Manuel que había para Lucía han mostrado el tremendo pedal que llevaba su novio en la fiesta del ganado, un rodeo en toda regla, una capea de sálvese quién pueda del capote del Jesulín de Ubrique de Puerto Real... ¿El desenlace? El gaditano emparedado cuerpo a cuerpo con Stefany en un apasionado beso.
Lucía no ha parado de temblar, como la voz de Amaia Montero en cualquier directo, movida por mucho nerviosismo que ha desaparecido de forma escalofriante, de repente, al ser preguntada por Sandra Barneda: "Yo sí que no voy a llorar más, es patético. Ya me lo había demostrado antes, pero ahora lo es más", decía con una sonrisa que deja a la del Jocker en adorable y dulce.
Lara ha destacado la actitud de Stefany, que ya se ha liado con el clan 'Bandoleros de Sierra Morena' al completo, formado por Manuel y Jesús. "A mí ella me da exactamente igual, ella ya es lo que es [...] Él no tiene dos dedos de frente, lo ha hecho porque no me quiere, porque es su naturaleza y porque no piensa en nadie, solo en lo que tiene entre las piernas", ha contestado Lucía refiriéndose a la gambita.
A la gaditana le han entrado los siete males por el cuerpo y le ha recriminado a su novio la falsedad con la que actuó en el catamarán rumbo a la isla, llorándole como si fuera 'La Piedad' de Michelangelo cuando ahora tiene más babas de Fiama que su propio cepillo de dientes.
"Esto es de vergüenza, él no se merece ni esto (hace un gesto microscópico con el dedo) y no lo va a tener. Ya llorará, pero que llore lo que he llorado yo y más", ha continuado Lucía en su epitafio a su relación con Manolito el cariñoso.
Tras ver cómo Manolín se bebía a Fiama como 'Nesquick', Lucía ha reaccionado con determinación y con el sentimiento de que ha perdido tres años de su vida: "Me siento humillada otra vez, como una porquería. Pero él es más porquería que yo porque no le he fallado en mi vida. Y ahí es donde va a quedar él y donde voy a quedar yo. Es un caliente asqueroso", ha continuado con un cabreo monumental.
Lucía ha tenido que pedir por favor no ver más imágenes de Manuel, un gran alivio para el programa puesto que los vídeos de Jesulín de Puerto Real tenía ya el dispositivo con la memoria llena. "No he querido ver más porque las siguientes imágenes ya me las conozco, sé quién es el personaje que tengo al lado", añadía tomando su primera gran determinación en la hoguera.
Es entonces cuando Lucía ha comenzado a hacer lo mismo que Belén Esteban cuando su conflicto con Anabel Pantoja: quitarse todas las joyas que tenía en el cuerpo: "Estoy tirando todas las mierdas que tenga colgadas de él, que no valen para nada. Dos pulseras y un anillo. Porquerías, yo no quiero en mi cuerpo", ha sentenciado arrojando todo su joyerío a la arena sin poder tener la manita relajá.
Sus compañeras la han motivado a Lucía para que hiciera un 'Rosito a la hoguera' de alto standing quemando en el fuego todos sus alhajas: "Yo no quiero nada que tenga que ver con esa mierda de persona", decía mientras que el acero de la bisutería se derretía como su novio al ver a Fiama entrar por la puerta de Villa Playa.
"He perdido tres años de mi vida, a la basura totalmente, pero ya no voy a perder más, todavía tengo tiempo. No voy a perder más tiempo con un tío tan despreciable como ese", ha concluido dando a entender que su noviazgo está más acabado que la carrera política de Cristina Cifuentes.
De este modo, Lucía ha tomado tres grandes y significativas decisiones con respecto a Manolo el díscolo tras ver el poco respeto que ha tenido por ella con su comportamiento guarroso en la isla: no ver más imágenes en lo que queda de programa, quemar todo lo que él le había regalado y, por supuesto, romper su relación y con su pasado junto al gaditano infiel.