Después de considerarlo mucho y cuidadosamente, hemos tomado la difícil decisión de divorciarnos. Seguimos adelante con amor y amistad mútua y un compromiso de criar juntos a nuestros hijos, cuya privacidad pedimos que sea respetada durante este época difícil.
Si la que os escribe se llevó un disgusto de los gordos al enterarse del adiós de Banderas y Melanie, o de Ashton y Demi os puedo asegurar que yo de este drama no sé si me recuperaré, es un mazazo para alguien que aún creía un poquito en el amor que se confirme el divorcio de Ben Affleck y Jennifer Garner.
Es que de verdad estoy en shock y mira que ya nos lo estaban avisando para que nos hiciéramos a la idea, que eso no iba todo lo bien que podía ir pero una es tonta y seguía viendo que Ben y Jennifer estaban hechos el uno para el otro, con sus maravillosos hijos normales y nada hollywoodienses. Sí los tenía idealizados, pero no podía evitarlo. Diez años ha durado este matrimonio y tienen a los preciosos Violet, Seraphina y Samuel.
¿Sabéis una cosa? Yo si me dicen que es un divorcio amistoso me lo creo, como el de Gwyneth y Chris por ejemplo, y visto lo visto, Kaoru tenía razón al decir que esto tocaba a la de ya, que ayer hicieron los diez años y es que a partir de ahí en California divorciarte te cuesta un riñón y parte del otro. Amigos sí, pero la vaca por lo que vale. Ay qué tristeza que tengo conmigo misma, de verdad. Definitivamente dejo de creer en el amor.
Vía | Just Jared
Foto | CordonPress
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