Diego se ha ido de la primera hoguera de 'La Isla de las Filtraciones' con las orejillas agachadas, los ojos tristes y la lengua fuera (con ganas de usarla) tras ver cómo su novia se resiste a dar el paso con el "italianini" (como llama "ingeniosamente" Lola a Simone por su procedencia) por la custodia de Horus, su perrito, pero no por el amor que siente por él.
Diego ha garantizado, jurado y perjurado muy enfadado (aunque con el mismo tono con el que expresa todas sus emociones, como Jesús Castro) que jamás tontearía con otra chica, porque creo que lo del videoclips y lo de los mensajes de Instagram no cuentan: "A mí ni se me ocurre estar así con una chica, respeto cero. Estoy a la vez mosqueado pero, por otro lado, contento de haberme dado cuenta", decía James Lover.
Pero el busto parlante ha decidido 'Art Attackar' a su presa en una fiesta petardeada (de petardeo) y organizada por Fiama y los chicos que deja a la de 'Project X' en cumple de chiquibolas. La excusa, como viene siendo habitual en este programa, ha sido el juego 'Verdad y Atrevimiento' en su versión +18 con dos rombos y contraseña.
La primera vez que ha girado la botella ha señalado a Carla, una tentadora rubia que jugaba a ser un poco la modosita (en modo Nancy) diciendo "no, no, beso en la boca no".
La tentadora ha sido retada a lamer el cuello del chico que más le gusta de la casa por Fiama, la monitora de esta actividad de campamento guarro. Ella, por respeto a las normas del juego (para nada le apetecía), se ha lanzado al busto de Diego James Lover como si fuera un Maximbom: mordiendo (la parte crujiente), chupando (la nata) y volviendo a hincar el diente de nuevo (la galleta).
Este ataque de Draculina ha sido suficiente para que saltara por primera vez la 'Luz de la Tentación' en la villa de las chicas, provocando la histeria colectiva, especialmente de Lola y Lucía (las dos más afectadas de la noche).
Pero la fiesta no había hecho más que empezar, al menos para Diego. El viceverso iba a por todas, ya le había expresado a Manuel que en la piscina estuvo a punto "de meterle boca" a Carla. Esta era su noche para devolverle a Lola su mamoneo intenso con el Ricky Martin italiano.
"Al escuchar la alarma, directamente dije 'es Diego'. Estoy un 98% segura de que es él. Sé que mi acercamiento con Simone ha hecho que mi novio explote, ha sido 'a consecuencia de'", decía Lola con un ataque de ansiedad, vestida de Blancanieves, en la parte oscura de la piscina (justo donde Melyssa le montó el pollo de su vida a Tom Brusse).
Pero... ¡Qué caprichoso es el azar! La botella esta vez señalaba a Diego en la villa de los chicos. Hugo Pérez ha retado al Daddy Yankee viceverso (el de los videoclips) a darse un beso de 3 segundos con la chica que más le gustara de la casa. Casualmente, Diego ha elegido de nuevo a Carla para comerle el boquino y pasarle todos los aerosoles posibles en un segundo apasionado beso, aunque esta vez en los morros.
Una segunda alarma ha sonado en 'Villa Montaña', pero a Lola ya le había pillado sentada por lo que pudiera pasar. "Me ha pillado justo con Simone. Yo sabía perfectamente que iba a pasar esto hoy", decía Lola con ganas de coger la correa y sacar a pasear su mal rato por toda la casa tras sentir que le ha puesto en bandeja a su novio que se líe con otras chicas.