Pelayo Díaz, el que un día fue el estilista de 'Cámbiame' que ponía el pelo naranja a todos los concursantes que lo elegían como asesor de imagen, ya hace Gal-a de nuevo Marom-o (perdonad el juego de palabras con su nombre, Gal Marom).
Siete meses después de su ruptura con Andy Mcdougall, el asturiano ha presentado en sociedad a "su nueva ilusión" (que es como siempre llamamos a los nuevos churris en la prensa del corazón) durante la 'International Influencer Awards' que ha tenido lugar este fin de semana en Ibiza.
Pelayo ha sacado partido a la cuota "gold" del Tinder y así ha querido demostrarlo durante la ceremonia en la que ha sido galardonado con el Fashion Award por su trayectoria de más de 15 años vistiendo mocasines con calcetines blancos y peinándose con laca como para crear un agujero en la capa de ozono propio de protagonizar una temporada bizarra de 'Stranger Things' (por el tupé que lucía antes de raparse la cabeza siguiendo el estilo de la prota de esta serie de Netflix, Once).
Ejerciendo el buen postureo del premiado, Díaz besó a su acompañante en los labios antes de subir al escenario a recoger su estatuilla. Un saludito de morros que selló lo que todos los rumores apuntaban tras los continuos gestos de complicidad durante la gala entre Pelayo y este guapérrimo joven de origen francés con el que no nos importaría compartir una "senita de picoteo" al más puro estilo anuncio de cremas de queso.
¿Quién es el nuevo novio de Pelayo Díaz?
El nombre de este maromo que acompañó a Pelayo en la gala en la que se le olvidó ponerse la camisa antes de la americana es Gal Marom, aunque el estilista le llama "mi sexy Aladdin" en la intimidad: ¿Quizás por el refrote de sus lámparas, que hace sacar al genio que llevan dentro? Hace ya más de seis meses que intercambian mensajes en las redes, casi solapándose con el anuncio de la ruptura de su relación anterior con McDougall allá por el mes de noviembre.
Gal es un influencer de los de petit comité, de los de corto alcance, de los que rehuyen del streaming (hasta que consiga dar el pelotazo, claro). Se presenta como Product Manager y consultant, porque mola mucho más decirlo en inglés el que habla idiomas, querida, idiomas.
Tiene pinta de estar montado en el dólar ya que vive entre las dos ciudades con los alquileres más altos del mundo (o al menos de los que figuran en el ranking) Londres y Madrid -a no ser que los alterne durmiendo de gorra en casa de sus amigos-. Sus grandes pasiones son la moda, los viajes y mezclar ambas haciéndose fotos con modelitos de infarto en mitad de su turisteo-postureo por las ciudades que visita, al igual que Pelayo.