El miércoles de cancaneo ha comenzado por todo lo alto con el testimonio en la revista 'Lecturas' de la que dice ser la amante que desencadenó todo el pifostio entre Rocío Flores y Manuel Bedmar. Su nombre es Laura Gutiérrez y asegura que es tan malota que ha decidido desobedecer las indicaciones del novio de la niña de AntonioDá: "Él quería que lo negara todo, pero..." ¡Dice tener pruebas de que se acostó con él en la misma cama en la que duermen el malagueño y la colaboradora de 'El Programa de AR'!
Laura, la presunta amante, ha asegurado que fueron dos (ni más ni menos) las veces que Manuel Bedmar y ella le dieron al trenecito en la cama de Rocío Flores. A pesar de este ritmo sexual de jubilados, Gutiérrez ha dejado claro que la infidelidad del churri de Ro se prolongó bastante más en el tiempo: "Fue infiel a Rocío conmigo. Han sido seis meses, hasta junio, más o menos. Hablábamos y quedábamos", se puede leer en la revista.
La amante bandida de Bedmar ha añadido que conoce a Manuel desde hace bastante tiempo: "Ya estuvimos juntos un mes en la adolescencia", ha aclarado confirmando que pasó el periodo de prueba hace unos añitos. Es por eso que Laura Gutiérrez conoce algunos detalles de la relación que mantienen Rotrece y su churri: "Si no se hacen las cosas como ella dice, hay una pelea. Rocío le decía: 'Fuera de mi casa'. Lo echaba. Y eso que Manuel me dijo que el alquiler lo pagaban los dos", asegura Laura.
Así fue la primera infidelidad de Manuel
La entrevistada no ha tenido reparto en contar con pelos (nunca mejor dicho) y señales cómo fue su primer encuentro íntimo con Bedmar: "Rocío se fue a Madrid. Unos cuantos fuimos a casa de Manuel. Él me dijo que durmiera en la habitación de invitados. No quise. Tenía una foto de la abuela con Rocío de chiquitita y me daba mal rollo", ha comenzado relatando.
"Habíamos salido a la terraza, nos dimos cuatro besos. Me dijo que él se iría al sofá. Me quedé dormida. Vino. Él se arrimó, yo me arrimé y pasó", ha continuado sobre el momento en que comenzaron a saltar las chispas entre ellos. Al amanecer, Laura temió que la novia de Manuel la pillara en su cama: "Yo tenía el pelo rosa y me preocupaba saber que Rocío podía encontrar algún pelo mío. Con el tiempo he visto que ella cambió el colchón", ha compartido.
Según el testimonio, Manuel escribía mensajitos a su amante recordando eso de "Amo a Laura", lo único que él no es muy de "esperar hasta el matrimonio": "Era el morbo. A él no le apetecía estar con Rocío. Me escribía: 'No me lo paso bien con ella, quiero estar contigo'. Ella hacía videollamadas y yo estaba a su lado, escondida. Rocío se daba cuenta de que había algo raro y le decía: '¿Estás con alguien?'", ha continuado contando Laura en esta especie de '50 Sombras de Manuel'.