Un divorcio sin salseo y sin tirarse los trastos a la cabeza es como un eclipse solar, el año bisiesto, un trébol de cuatro hojas, un influencer con el graduado escolar, una madre primeriza sin ojeras, unas declaraciones de Miguel Bosé sin decir ninguna barbaridad o una barra libre de garrafón sin resaca al día siguiente: sucesos de lo más extraños, fenómenos paranormales dignos de estudio de Iker Jiménez, concatenaciones en peligro de extinción constantes.
Ya nos sorprendía el hecho de que Amelia Bono y Manuel Martos, tras su sonada separación, siguieran viviendo bajo el mismo techo acogiéndose al modelo de noviazgo internacionalmente conocido como el 'Bigote-María Teresa' consistente en dormir en camas separadas. Pues bien, igual de sorprendente (o más) ha sido la lista de invitados que la hija del político ha conformado para celebrar su 40 cumpleaños.
Aunque todo apuntaba a que se haría un cumple de recién divorciada a lo 'Sexo en Nueva York' con el resto de sus amigas influencers (es lo que haríamos todos después de superar un matrimonio de 15 años), Amelia ha optado por una celebración familiar en un restaurante madrileño junto a sus cuatro hijos, Manuel Martos, su madre y otros familiares cercanos.
Amelia Bono se ha conformado con un croissant chuchurrido como tarta de cumple, con las cartas de amor de sus peques como regalo y con apenas la presencia de los fundamentales como fiesta... Poca pomposidad veo yo ahí para ser el 40 cumpleaños de una instagramer coqueta y con mucho dinerito... O le ha llegado la crisis en hora en punto o la empresaria se ha dado cuenta de qué es lo verdaderamente importante tras su ruptura con el papi de sus hijos...
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