Sonia Ferrer probablemente haya cumplido una de las fantasías eróticas que tenemos en nuestras cabezas la mayor parte de la población: agarrar a un policía de la pistola. Metafóricamente, claro (guiño, guiño, codazo, codazo).
Y es que ayer mismo fue pillada in fraganti en pleno centro de Madrid comiéndose los morros con un agente, a lo producción de Hollywood. Para que luego se diga que nuestras fuerzas de seguridad no tienen su corazoncito.
El policía en cuestión es su novio, para que nos tranquilicemos. No era un señor que estaba de guardia en plena calle y la Ferrer se le acercó para plantarle morro. Que si no a ver quién la saca del calabozo...
Sergio. Así se llama el muchachote. Y tal y como ha explicado Sonia a 'Europa Press', está "encantada" con él: "Quién me lo iba a decir. Jamás pensé que pudiera encontrar a nadie, y menos a nadie tan increíble como él. Cuando menos te lo esperas aparece el hombre más maravilloso del mundo", ha confesado.
Y, cómo no, ha hablado también de su ex, el cirujano Marco Vricella. Más concretamente, en referencia a las declaraciones de Cecilia Gómez, la última pareja de Marco, quien rompió su relación tres meses antes de la boda. Cecilia llegó a decir que "no me he sentido respetada" o incluso que era un "impostor".
"Para mí el padre de mi hija es sagrado porque es el padre de mi hija y mi hija es lo más maravilloso que tengo", defiende la Ferrer. "Sus historias amorosas no me importan porque no me afectan. Tengo claro una cosa que es fundamental: nunca me habéis oído de mi boca nada negativo sobre él, y aunque probablemente hay cosas que no esté de acuerdo, no lo voy hacer", termina zanjando.
Ahora ella está feliz, contenta, pletórica con su Mr. Policeman... Y si planean casarse, siempre pueden llamar a Leticia Sabater para que les cante en el convite.
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