Y digo que sin haberlo querido no porque Katy Perry esté cargada sólo de buenas intenciones y sea un animal puro lleno de bondad (que seguramente lo sea, pero yo por si acaso desconfío) sino más bien porque cuando se compuso la canción, Rebecca Black todavía era una humilde niña enganchada a Justin Bieber y los viernes para ella eran tan solo eso, viernes. Pero fíjate tú, que cosas tiene la vida que a todos nos deja ojiplático, que sin haberlo querido ni deseado le ha salido una canción que visto por cualquier lado parece un homenaje a la muchacha.
Y eso lo opino yo y lo opinan todos los fans, que tan solo con ver la foto promocional que nos han dejado, a lo adolescente quinceañera (aunque Rebecca Black se quitó los brackets para grabar su videoclip, aunque igual a día de hoy los sigue llevando puestos) y viendo como dice la propia Katy Perry que va a ser el videoclip, cargado de hormonas y niñas pavisosas y además, lo más interesante de todo, que el propio single (porque va a ser el nuevo, que lo anunció hace unos días) lleva por nombre Last Friday Night (T.G.I.F)... pues eso, que uno no sabe si echarse a reír esperando ver el videoclip.
Porque sí, como buen single que es, la Perry se va a marcar un buen vídeo que espero que tenga más éxito que el anterior, que por mucho alienígena suelto que hubiese la verdad es que yo no lo he visto cuajar muy bien en las pistas de baile y entre el público más selecto que escucha a Katy (no sé si selecto, público y Katy Perry pueden ir juntos, pero bueno yo lo pongo). Así que aquí tiene una segunda oportunidad de mejorar lo presente y hacerse de oro, que ya va por buen camino si antes de estrenarlo lleva polémica a sus espaldas.
De momento, aunque seguramente ya lo habréis oído, os dejo con él para que vayáis refrescando un poco la memoria y podáis imaginaros por dónde van a ir los tiros con el vídeo.
Vídeo | Youtube
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