El autor de 'Mi gran noche', un hit cuyo éxito perdura por los siglos de los siglos, se ha metido en un fregao' al opinar sobre la separación de su hijo Manuel Martos y Amelia Bono. Durante los últimos días, ha salido a luz el nombre de Fernando Ligués, el financiero de éxito al que se relaciona con Amelia. En mitad de todo este revuelo mediático, Raphael ha hablado. Y lo que dice Raphael va a misa.
El cantante ha recibido el Premio a Toda una Vida Profesional de la Fundación Mapfre y la exceléntisica reina Sofía ha sido la encargada de entregarle el galardón. A sus setenta tacos, Raphael continua siendo un ídolo de masas y parece no plantearse la jubilación. Este es como la Campos, no se va ni con agua caliente.
La reina Sofía, amiga del artista desde hace un porrón de años, ha entregado este premio a Raphael por su compromiso social con los "sin techo" durante toda su trayectoria profesional. Y no es que el artista haya transformado su propio casoplón en un albergue, pero a lo largo de su carrera ha hecho varios conciertos benéficos. En abril de 1984, actuó en el Teatro Lope de Vega ante los ojos de su admirada reina Sofía.
Dejando a un lado la indiscutible profesionalidad de Rafita (para los amigos), centrémonos en las declaraciones que ha dado sobre la ruptura de Amelia Bono y Manuel Martos, según publica La Razón. "La gente ya no aguanta. Yo aguanto mucho", ha dicho dando a entender que su matrimonio con Natalia Figueroa no es precisamente la alegría de la huerta.
A Raphael no le mola un pelo el tema del divorcio. Él es un hombre de los de antes, de los de 'no te aguanto pero aquí estamos, haciendo el pariré máximo para que no nos crujan a críticas'. El cantante y su mujer se casaron hace 50 años y tienen tres hijos en común: Jacobo, Alejandra y Manué (la manita relajá). Perdón, es la costumbre.