Hay madre mía, madre mía, poproseros lo que hay que ver a estas horas del día. Una como que no está preparada, que luego pasa lo que pasa... Y es que si algo hay que tener muy claro es que las idas de pinza de Robbie Williams no son ni medio normales, o quizá sí, pero aún así siguen dejando a una muertita perdida con semejante desparpajo y falta de pudores.
Y es que ojito a la última que ha liado. Resulta que el otro día fue el 40 cumpleaños de su compañero, ex-enemigo y reciente nuevo amigo Gary Barlow y no quiso perder la ocasión de mandarle una felicitación de esas que no pasan desapercibidas, de esas que nunca olvidas. Así, a través de un vídeo proyectado en la pantalla grande del concierto que estaba dando Gary, salió Robbie Williams deseando lo mejor, happy birthday to you... ese tipo de cosas. Claro que lo que nadie podía esperar es que cuando termina y la cámara se aleja de su cara, el chaval sostiene un caniche en brazos y está en pelota picada, sí, vamos, con las bolingas al aire, que se dice, pero bien escondidas entre las pierdas. Claro que si esto no era suficiente, acabó enseñando el trasero a todo el público también.
Vamos que con felicitaciones de este tipo, las de tipo Marylin pierden todo su encanto, no me digáis que no... Machote, miedo me da pensar en lo que harás el día del cumpleaños de tu mujer...
Vídeo | TheGirlie75
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