Las Vegas es el paraíso de los artistas que quieren estar tranquilos trabajando en una misma ciudad y embolsándose un pastizal mientras. Y la última en subirse al carro de los casinos es Britney Spears, que ha firmado una residencia en la ciudad del pecado por segunda vez. Pero lo que no nos esperábamos es que la princesa del pop haya pensado que una vez que acaben sus compromisos en el desierto... ¿se acabó lo que se daba?
Cierto es que Britney ha vivido una vida acelerada - y haberla visto sobrevivir a su peor época cuando tantos otros han caído por el camino es todo un logro -, pero de ahí a pensar que se puede jubilar con treinta y dos añitos recién cumplidos... ¡hay un cacho! Pues nada, poproseros, Brit está cansada de los escenarios y quiere poder ejercer de mamá.
Podría hacerlo, quién sabe... Podría tener otros dos hijos y casarme... Me gustaría tener más niños. Creo que ayuda en cierto modo el salir con alguien que no es de la industria [del espectáculo], si estás con alguien del negocio entienden mejor por lo que pasas cada día.
Así que parece que ahora que tiene un novio abogado, Britney quiere bajarse de los tacones, colgar la boa de plumas y olvidarse del playback para hacer vida normal, alejada de los escenarios. De momento tiene un contrato que la obliga a dar 50 conciertos al año en Las Vegas. Veremos qué pasa después...
Vía | Digital Spy Foto | Facebook de Britney Spears En Poprosa | A Britney Spears tampoco le ha costado mucho volver a enamorarse En Poprosa | Britney Spears y Aaron Paul quieren bailar juntos
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