Al parecer Paulina Rubio conducía tranquilamente por las glamurosas calles de la ciudad de Miami sin ganas de pelearse ni pegarse con nadie. Un día apacible, tranquilo, como todos los demás cerca de la playa. En esto que de pronto alguien se choca con ella (o ella se choca con alguien, que todavía no lo tenemos muy claro quién fue el culpable en todo este meollo a pesar de que Colate dice y redice que su Pau no tuvo nada que ver). El caso, que hubo cacharritos y Paulina estaba de por medio. Y hasta aquí todo bien, porque nadie salió herido y todos estaban bien. Todos menos la boca de Paulina Rubio que hay que ver lo que empezó a soltar en cuenta se dio cuenta de todo…
Después de tener el accidente, como es lógico, llegó la policía. Los agentes pidieron a la cantante que saliera del coche y fue en ese preciso momento cuando Paulina perdió los estribos. Bueno, no es que perdiera los estribos es que directamente se cayó del caballo y se puso a berrear como una loca desatada, que todos los presentes que estaban por allí no paraban de decir: ay que ver esta chica, que parecía que tenía modales y mira tú...
Paulina Rubio se negó en rotundo a apearse del vehículo y comenzó a insultar a la autoridad en castellano:
¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Yo no hice nada! ¡Mira lo que están haciendo! ¡Ayuda! ¡Abusadores! ¡Son un puñado de mentirosos! ¡Ayuda!
Y claro, lo que en un principio iba a ser una multa y aclarar papeles, acabó por convertirse en una detención de una loca desatada, por desacato a la autoridad y por agresión verbal. Y porque no podía cantarle que si no seguro que algo se le ocurría para hacerlo todo mucho más artístico. Se la llevaron en el coche de policía (a todo esto ella seguía gritando como una posesa) y después de una hora en comisaría, Paulina Rubio se calmó y pidió disculpas.
Aún así, la han citado para comparecer ante el Tribunal acusada de conducta indisciplinada, obstrucción de la justicia y negativa a obedecer a la autoridad y además nos hemos enterado de que no llegó a pasar la noche en el calabozo porque le dijo a los agentes que tenía que volver a su casa para dar de mamar a su hijo Nicolás. Vamos, que por una cuestión de pechos se libró de hacer noche entre rejas. Ay Pau, que a ti siempre te perdió la boquita…
Foto | Youth Face
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