Las hay con morro y luego viene lo de Paris Hilton. La rubia, al parecer, se aburre en casa y quiere probar cosas nuevas y, como parece ser que no salió lo suficientemente escarmentada de su desastrosa incursión en el mundo de la música, ha decidido darse a sí misma otra oportunidad y volver a rompernos los tímpanos con su estridente voz y su pésima entonación.
Pero lo peor de todo no es esto, es que la tía quiere arrastrar a alguien más con ella y no dudó, durante los premios Grammy, en pedírselo al mismísimo Paul McCartney. Claro, podréis imaginar la cara que se le quedaría al pobre Paul al oír semejante intento de atentar contra la salud auditiva de medio mundo y convertirse en el hazmereir del otro medio pero, al parecer, el buen hombre, muy educadamente le sonrió y le dijo que tenía que comprobar su agenda haber si había (que obviamente no lo va a haber) un hueco para ella.
Dios mío, Paul, te lo pido de rodillas y suplicando, aunque te vaya la vida en ello, sea el día que sea el que esta rubia te proponga acudir a tus estudios de grabación, apúntate por ahí una cita al dentista o algún ineludible compromiso familiar. Desde aquí te estaremos inmensamente agradecidos.
Vía | Fandemia
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