Pablo Alborán ha sentado su culete en 'El Hormiguero' para poner tierno a nuestro queridísimo Pablo Motos a ritmo de baladita romántica y temita depresivo que te pones un domingo por la tarde después de una resaca existencial.
El cantante ha presentado su nuevo hit 'Castillos de arena' que él mismo define como un canto a la esperanza para el mundo post pandémico que nos ha quedado después de tanto Covid y variantes varias: "No nos olvidamos de cuidar lo que tenemos y de cuidar a quien nos cuida", ha expresado el malagueño como eslogan principal de su cancioncita.
El compositor está on fire con la gira de conciertos con la que se está pateando todos los teatritos nacionales que, como hito histórico en su carrera, el showman está actuando de solipandi en el escenario una gran parte de la puesta en escena ya que siempre ha cantado rodeado de sus músicos y de su equipito de producción.
Por otro lado, Alborán va a sacar la artillera melodramática y nos va a deleitar con un repertorio inédito hasta ahora: "Canciones que han formado parte de mi vida y otras que no he cantado nunca", ha manifestado Pablito, avisándonos que hagamos un pedido de 'Kleenex' al por mayor en 'Amazon' porque no vamos a dar a basto en lagrimitas.
Pablo Motos ha metido el dedo en la llaguita de su invitado y lo ha apodado como: "El Leonardo DiCaprio de la música latina" puesto que el malagueño ha estado nominado 29 veces a los premios 'Latin Grammy' y solo ha recibido las gracias y una palmadita es la espalda, es decir, que no se ha llevado ná de ná. Con este drama-tema sobre la mesa, el cantante ha aprovechado para contar las manías obsesivas que ha llevado a cabo con respecto a las galas de estos premios para la música latina.
El malagueño ha afirmado que él mismo se inventa señales del universo y las persigue: "Me obsesioné con el color plata. Vi que mi manager llevaba una chaqueta plateada, vi que el Grammy era de color plata y el logo era plateado", ha revelado el cantautor, haciendo mención a que se puso una horterísima camisa plateada la night de la entrega de premios para que le diera suerte (y solo le dio calor puesto que no se llevó el galardón).
El animal print también formó parte de los ritos obsesivo-compulsivos del artistazo debido a una inesperada visitilla que tuvo en su propia casa: "Me obsesioné con que los águilas y los halcones me perseguían. Yo tenía que cantar con Alejandro Sanz en un concierto y, mientras estaba ensayando en la casa, me encuentro un pedazo de águila dentro de la habitación. A los 3 meses aparecieron dos (águilas) en la terraza y pensé: 'hoy va a pasar algo bueno'", ha manifestado Pablito, el hombre que ponía romanticonas a las aves intrusas.
Lo curioso es que el artista tuvo razón, después de la visita exprés de los pajaritos cual repartidores de 'Shein' versión avícola, Alborán recibió el notición de que lo habían nominado a 5 premios Grammy. ¿Cuál fue su respuesta ante tal señal del destino a lo peliculita de Stephen King? Comprarse unos calzoncillos con un águila como estampado como si de una colección de lencería masculina diseñada por Omar Montes se tratara.
Al final, ni plata ni plomo ni águila ni gorrión, el único premio que se ha llevado el malagueño es el inmenso cariño de toda la peña que lo sigue forever and ever: "Estoy en búsqueda de la nueva señal", ha sentenciado Pablo, esperando que el universo le mande un nuevo WhatsApp premonitorio.
🎶 @pabloalboran nos vuelve a emocionar en directo con "Castillos de arena" #AlboránEH https://t.co/qPeZI05ncw
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) January 17, 2022