El mundo puede respirar tranquilo porque hay un nuevo superhéroe protegiendo los cielos. Ni es americano ni es fruto de una mutación genética, es de barrio y su principal poder es el autotune. Además, es capaz de atravesar las paredes de Cantora para coger (prestadas, o no) muñecas de gran valor sentimental y prehistórico. Sí, hablo del mismísimo Omar Montes por si alguien andaba un poco espesito. Ahora resulta que el cantante no solo nos hace perrear en los garitos con sus hits sino que salvó a Isa Pi de un posible secuestro.
Nuestro querido Omar tiene mucha imaginación y más de una vez ha contado alguna peripecia con más ciencia ficción que todas las películas de Marvel juntas. Pero bueno, entre que se confirma o se desmiente, nos echamos unas risas. Su última aventurita se sitúa en el año 2018, según ha contado el cantante al equipazo de 'Socialite'. En esa época, hay que recordar que era novio de Isa Pantoja y mucho más discretito que hoy en día.
Comienza el drama. La parejita estaba de morros ese día y tuvo una bronca que hizo que la hijísima se fuera del hotel donde se hospedaban. Orgullosa y empoderada, Chabelita se planta en la carretera para hacer autostop cual ciudadano anónimo sin un euro para el autobús. Un coche se para y la monta, provocando que el cantante de Alocao los siga porque algo le daba mala espina: "Algo no me gustó, no me dio buen rollo".
Después de una hora de persecución, el coche donde se encontraba uno de los secuestros más caros del país se para en una gasolinera a repostar y a comprar Doritos. Ahí es cuando el Superhéroe Montes aprovecha para salvar a su amada de esos maleantes. Pero el drama da para una temporada más. Al tiempo, el héroe y su chica descubrieron que el vehículo que montó a Isa Pi estaba compuesto por el clan 'Drieris'. Según Omar, esa banda había apuñalado a una señora mayor para robarle 50€ días antes. En definitiva, hasta que se aporte alguna prueba a este culebrón de Antena 3, vamos a aplaudir la imaginación de Omar Stephen King Montes, que no escribe un best seller porque no quiere.