Cualquier historia de Stephen King es menos terrorífica que el atraco que sufrió Bosé en su mansión mexicana. No habrá película, novela, cortometraje o cuento chino que supere jamás lo que vivieron Miguel y sus niños el pasado viernes, cuando diez tíos armados hasta los dientes asaltaron la vivienda del cantante y maniataron a todos los allí presentes.
Lo tenían estudiado. Nada más irrumpir en el inmueble, cuyas estancias tenían perfectamente controladas, agarraron a Bosé y ataron sus manos. Hicieron lo mismo con Tadeo y Diego, sus niños, y también con el personal de servicio. Una vez inmovilizados, perpetraron el mayor de los robos: se lo llevaron absolutamente todo, y así lo ha confirmado el cantante.
"Se llevaron todo, coche incluido, todo muy estudiado y milimetrado. Para hacerlo corto, estamos todos bien. Mis hijos se portaron como dos valientes. Admirables", cuenta Bosé en un comunicado. "Nos asaltaron, nos tuvieron atados a mis hijos, al personal de la casa y a mí durante más de dos horas", detalla.
Nada más regresar de Mallorca, donde compartieron vacaciones con Palau y sus dos hijos, el artista y los pequeños se encontraron con tan desagradable sorpresa. Más allá del susto, están todos sanos y salvos: "Fue todo muy tenso, delicado y desagradable. Esta es la única versión a la que debéis atender. Se están diciendo cosas que no son ciertas".
"Gracias a todos por el apoyo y la preocupación constante demostrada pero quedad tranquilos. A mis vecinos de urbanización, los primeros en llegar, mil gracias de corazón", dice Miguel al final de su escrito, donde también aclara que no abandonará México a pesar de lo sucedido: "Aquí estoy y aquí me quedaré, para hacer frente a lo que sea, en el país más hospitalario del planeta".
Fotos: Instagram / Gtres