Al igual que os decía antes que para ser celebrity hay que aprender frases célebres como la niña de Mariah Carey, para ser cantante hay que aprender, desde el primer día, a cómo piñarse con estilo en el escenario, o al menos de tal forma que no te rompas la crisma en cachitos. Ya sabemos que eso de subirte a cantar delante de tus fans es un deporte de riesgo que, normalmente, lo agravan más por los atuendos escogidos para la ocasión no aptos para los especialmente torpes.
Y es que una de las últimas en sufrir un duro golpe (ni tan duro, a mí todavía me dolería si fuese ella) ha sido Rihanna en un concierto en Canadá donde entre gorgorito y gorgorito, media vuelta y sonrisa, la cantante acabó en el suelo. Qué quieres, cari, si es que te subes a los tacones de aguja que se enganchan en todas las grietas del suelo y es que en normal que acabes de rodillas ante el personal (en serio, qué dolor), y no por simple vocación espiritual, vamos que a rezar no se iba a poner.
Poproseros, como sigan así estas chicas como Rihanna cualquier día las tenemos que recoger con cucharilla del escenario. Además viendo cosas como estas no me extraña que aseguren sus cuerpos, si es que lo que deberían es de salir con protecciones en plan las del fútbol americano…
Vídeo | MyDunLife
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