Pues no, parece ser que Lady Gaga no escarmienta ni a base de palos, ya sean morales o físico. Porque parece mentira que después de los problemas que le está dando su manera de vestir, la tía se emperre en seguir saliendo igual a la calle. ¿Qué no sabéis de que problemas os hablo? Pues mira, echando la vista atrás, hace unos meses nos enteramos que casi la palma por culpa de uno de sus vestidos, que como tiene la manía de llevarlos tan ajustados, le cortaban la respiración hasta tal punto que su vida corría peligro.
Después vino la polémica presentación que tuvieron ella y unas amigas en un partido de los Yankees, en el que directamente se le acusó de exhibicionista y de provocar a los jugadores no solo por como actuaba, sino porque casi se presenta al partido desnuda. La diferencia la marcó la camiseta de los Yankees y la ropa interior que llevaba. Y claro, la gente se cabreo y len ha prohibido la entrada a ningún partido más.
Pero la historia no acaba allí.
La última de todas fue el piñazo que se pegó al aeropuerto de Heathrow, en Londrés, que debido a los zapatos imposibles que nos gasta la muchacha, la leche era inminente y no precisamente la recibió en un tazón de desayuno, sino que fue directa a recibirla al suelo del aeropuerto al no poder mantener el equilibrio.
Pues ella, ni corta ni perezosa, se ha vuelto a presentar con la misma guisa en el aeropuerto de Londres (again), con los mismos zapatos, igual de provocativa pero eso sí, un vestido menos ajustado que la vez esa que casi muere por uno de ellos. Demasiado desajustado diría yo, porque a poco que viniese una ráfaga de aire, a Lady Gaga se la podía ver hasta el mismísimo alma. Nada, que no aprende. Ella es y será siempre así: forever Gaga.
Fotos | Famosos Vip
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