Justin Bieber es un niño. Eso todos lo sabemos si miramos su ficha de nacimiento o si le vemos salir al escenario. Pero además, por muy maduro que se crea, también es un crío a la hora de actuar en público. Y eso es un arma de doble filo porque sí, podrá tener cosas de críos pero, como crío que es, tampoco se le mira mal por ello. Sé que os estoy liando así que mejor vamos al asunto en cuestión y nos dejamos de dar vueltas.
Como sabréis (y si no ya os lo digo yo ahora), un joven llamado Kevin Kristopik entró el pasado 27 de julio sin autorización en la cuenta privada de Twitter de Ryan Butler, amigo íntimo de Justin Bieber, y robó el número de teléfono personal de Justin desde allí. Y eso a Justin le tocó mucho las pelotillas, así que ha estado ideando la manera de poder devolvérsela y lo ha conseguido: ha publicado en Twitter el número del teléfono móvil privado del hacker como si fuera el suyo propio con una clara intención:
“Que todo el mundo me llame o envíe un mensaje al 248-XXX-XXXX:)”
Y claro, si cogemos papel y boli, tenemos en cuenta que tiene más de 4,5 millones de seguidores en Twitter, que las féminas están locas por conseguir aunque sea un pelo suyo y que visto lo visto, en Twitter la gente es capaz de publicar hasta su numero de cuenta corriente, todo el mundo se pensó que efectivamente Justin quería una muestra de cariño telefónico hoy y se ha puesto manos a la obra.
¿El resultado? Pues que le han bloqueado la línea telefónica y el chaval se ha quedado sin poder llamar durante un buen tiempo. Pero vamos, mejor vedlo vosotros mismos.
Foto | Gawker
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