Katy Perry está últimamente de un imparable que da gusto. No sólo está de promoción y de gira de su disco, sino que además tampoco hay revista que se resista a los encantos de la cantante. Así el mes pasado la tuvimos por Vanity Fair y ahora toca más de lo mismo en Rolling Stone.
Con pinta de viciosilla, Katy Perry se cuela de cabeza en esta portada y con un reportaje de esos que bien los podían poner en otra época del año que ahora ya tenemos demasiado calor para que nadie venga a echar más leña al fuego. Sin embargo una vez más, también tenemos que hablar de las declaraciones que ha hecho, sobre todo las referidas a su prominente personalidad. Supongo que os acordaréis que la chiquilla es de las que rezaba porque sus pechos crecieses, pues bien, parece que sus plegarias fueron demasiado insistentes como ella misma confiesa…
Empecé a rezar por ellas (las tetas), cuando tenía unos 11 años. Y Dios respondió a esas plegarias con mucha más intensidad de lo que yo deseaba, unas cien veces más. ‘Por favor, para, Dios. Ya no me puedo ver los pies. Por favor, para’, le suplicaba. Se me puso un cuerpo en forma de rectángulo. No lo entendía. En sexto curso, empezaron a burlarse de mí por el gran tamaño de mi pecho. No sabía qué hacer con él. Y empecé a vendarme las tetas. ¿Cuánto tiempo las llevé vendadas? Probablemente hasta que cumplí 19. Y no, no me ha dejado ningún trauma psicológico
Claro, cuando Dios concede, porque concede con ganas y cuando no, porque no… El caso es no estar a gusto con lo que hay. Claro, que menos mal ahora no tiene ningún tipo de complejo porque nuestra Katy hace las delicias de cualquiera y si necesitáis más pruebas aquí el making of de la sesión de fotos que tenéis a continuación.
Pero para que veáis que la Perry no es sólo tetas, ella también se preocupa por la política y el bienestar común, para que no digan que es sólo una cara bonita…
Creo que necesitamos desesperadamente un cambio de mentalidad. Nuestra prioridad es la fama, y el bienestar de la gente cada vez es menor. Me di cuenta de esto teniendo muy claro que yo soy parte del problema. Estoy participando en el juego, aunque esté intentando alejarme, poco a poco, de él. Sé que hay muchas cosas por conseguir, no sólo políticas, pero el hecho de que Estados Unidos no tenga sanidad gratuita me parece una jodida locura
Ya sabes, nena, es tiempo de cambios.
Sitio Oficial | Rolling Stone
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