No llega al nivel de una Lady Gaga de la vida pero siempre que aparece con un nuevo modelito o abre la boca en una entrevista Katy Perry la lía bastante parda. Esta vez su boquita de piñón se centra en torno a sus rezos infantiles, los cuales no pretendían una nueva Barbie, un beso con el chico guapo del cole o la paz mundial, nada de eso, lo que Katy Perry quería cuando era niña era tener unas tetas grandes. Lo prometo:
Puedo recordar como si fuera ayer arrodillarme junto a mi cama cuando tenía nueve años, recitando mis oraciones y pidiéndole a Dios que me diera unas tetas tan grandes que si me tumbara bocarriba no fuera capaz de verme los pies. Finalmente parece que mi petición fue escuchada
Ni que lo digas chica, ni que lo digas.
Vía | The Superficial
Ver 20 comentarios