Omar Montes ha vuelto a ocupar todas las portadas del salseo nacional y no porque haya sacado uno de sus temitas bailongos que nos hacen perrear hasta el suelo. El cantante está de uñas con la madre de su hijo y ha utilizado su cuenta de Twitter para desahogarse cual diario de La Vecina Rubia.
¿El motivo? La ex del de Pan Bendito le ha mandado un whatsapp a Omarcito poniéndolo de vuelta y media porque le ha regalado al churumbel (que tienen en común) unas deportivas rosas y ese color, en opinión de la señora retrógrada, es patrimonio homosexual.
"Esto es lo que pasa cuando le regalas a tu hijo unas zapatillas y a su madre le parece de “maricones”. Esto tengo que aguantar cada día. Siempre me veréis por aquí de broma pero hoy ya no puedo más, con esto tengo que luchar y luego tengo que aguantar que me llamen a mi de todo", comienza a decir el ex de Isa Pi, a puntito de subir una captura de vídeo de la acalorada conversación que mantiene con su ex churri.
"¿Unas zapatillas rosas? ¿Te crees que el niño es maricón? Menos mal que no le hace falta calzado, que ya le compro yo lo mejor. Si fuese por ti, iba desnudo y haciendo el ridículo. Todo lo que le das no lo quiere porque se siente ridículo. Eso no se lo va a poner, ya te lo puedes llevar y se lo das a quien consideres. El niño no necesita miserias”, son algunas de las perlitas homofóbicas que le suelta Puchi, nombre con el que Omar tiene guardada a su ex en el móvil y bien podría ser el apodo de un chihuahua de una parejita que vive en Chueca, al cantante.
Montes le intenta dejar claro a la señora de mente prehistórica que el regalito se lo ha hecho el abuelo (padre de Omar) a su nieto. El papi del cantante lleva meses sin trabajar y le ha costado mucho esfuerzo ahorrar para darle la sorpresita a la criaturita:
"¿Qué problema tienes con los gays? Yo a mi hijo le enseño a querer a todo el mundo. Mi padre lo hizo con toda la ilusión, ¿Cómo puedes ser así?", le espeta Omar a su ex parienta, ganándose todos los votos del colectivo homosexual para dar el pregón del orgullo este añito.
"Ahora no voy a poder ver a mi hijo porque si voy, la policía me va a joder. Así es la ley... y mi padre está llorando, súper mal, porque se cree que es por las zapatillas rosas y la realidad es que las zapatillas no tienen nada que ver. El problema lo tiene ella con el odio a los gays", concluye Omar en otro tuit.
A las personitas que coexisten en el siglo XXI, cuyas mentes se quedaron en los tiempos de la dictadura, habría que dejarlas en un cuarto oscuro a reflexionar sobre sus actos mientras suena de fondo 'A quien le importa' de Alaska.