¡Que fuerte, que fuerte! Eso de haz el amor y no la guerra Christina Aguilera lo lleva al límite y si no que se lo pregunten a su ex marido Jordan Bratman y a su nuevo (o no tan nuevo) novio Matt Rutler.
La relación con este último coincidió con su proceso de divorcio, algo no muy extraño. Lo que sí es más extraño es que los tres convivieran durante semanas en el domicilio familiar de la cantante, bueno los cuatro si contamos con el pequeño Max, el hijo de Christina y Jordan.
En un principio cuando comenzaron con el divorcio, Jordan se negó a abandonar el domicilio, y la cantante se vio obligada a marcharse a un hotel con su pequeño Max, lógicamente esto fue un cambio muy repentino para el pequeño y según cuenta una fuente cercana, Christina Aguilera tenía miedo de que esto fuera traumático para su hijo, hasta ahí todo muy normal.
Es un caso difícil para Christina ya que él no se mudará de la casa. Cuando ella está en Los Ángeles tiene que quedarse en cualquier otro sitio, aunque vaya acompañada de su hijo.
Así que la artista caviló para saber cual era la mejor solución para tal situación e hizo lo que todos habríamos hecho en su lugar, volver al hogar con su aun marido, su hijo y su nuevo novio, ¿no quieres sopa? pues toma dos tazas.
Gracias a Dios que Jordan se ha marchado. Todo se estaba volviendo realmente incómodo, pero Christina estaba dejando a Jordan que se quedara (en el domicilio) por el bien de Max.
Esa es la mejor forma de presionar a un ex para que se marche de casa, enroscarte con otro en el sofá, aunque no se yo que será mas traumático para un niño si vivir en la suite de lujo de un hotel o ver a mami y a papi y … ¿al tío Matt? compartiendo casa.
Bueno todo siempre, según fuentes cercanas, pero la verdad es que de estos famosos no me extraña nada, ains como siguen dando de sí las “diferencias irreconciliables”.
Vía| TMZ
Foto| Christina Aguilera Official
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