Si por lo general, cuando eres un adolescente tienes la hormona como loca, ni me imagino cómo lo tienen que pasar las celebrities que encima están forradas por los cuatro costados. Las locuras están a la orden del día, y Demi Lovato tiene unas cuantas de las que arrepentirse. Sobre todo, de las que le han dejado una marca permanente en la piel. Y es que tanto darle a la aguja y la tinta tiene consecuencias cuando vas cumpliendo años… y todo parece menos divertido.
Demi está un poco hasta las narices de los tatuajes que se hizo hace unos años, sobre todo porque algunos son fruto de una juerga y de calentársele la boca con los colegas. Pero claro, en esos momentos no piensas en que vas a tener que cargar con el dibujito de turno toda tu vida. A menos que aflojes pasta y te lo quites con láser, claro está.
Ya lo he pensado antes, en plan, cuando me haga mayor no sé si voy a querer tener “rock & roll” tatuado en mi dedo corazón. Soy joven y puedo divertirme ahora y cuando me haga mayor, ya me preocuparé por ello. [El tatuaje de los labios en la muñeca] fue un calentón del momento, una decisión estúpida.
Si ya se está planteando que va a cansarse de los tatus dentro de unos años, posiblemente se termine cansando mucho antes de lo que se imagina. Y si me dices que están en sitios donde no te los ves, al menos no te aburrirías tanto. Pero en el dedo, en la muñeca… ¡menudo tostonaco!
Vía | I’m Not Obsessed
Foto | Facebook oficial de Demi Lovato
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