Poproseros estoy que no me lo creo. No es que me haya sorprendido ver a David Bisbal en la revista Shangay (que por cierto se está empezando a convertir en una publicación habitual de nuestras líneas, lo que me congratula porque de rara que es me encanta), sino que lo que me deja de una pieza y de piedra son las fantásticas declaraciones que nos deja en la entrevista.
Y es que ricitos de oro no tiene reparos en hablar de ese vicio confesable que todos tenemos, el mío son los pistachos y el chocolate (y salir de compras...), el de otro hacer el pino puente y el de Bisbi pues es el porno, qué le vamos a hacer. Así se quedó, más ancho que estrecho...
Claro que después de la perla, intenta arreglarlo y le dice al entrevistador que mejor ponga la comida como vicio, que también le gusta mucho. Chato, "carta en la mesa pesa" y lo dicho, dicho está, así que nada de rectificaciones. Pero lo mejor es lo que viene después porque el entrevistador le dice que qué bueno es y el responde (agarraos los machos)...
Soy tan bueno y tan respetuoso que en mis momentos de soledad en el hotel sí que prefiero, antes que caer en las tentación de las mujeres, visitar mis paginillas de Internet [se ríe ante su indiscreción]. Bueno, en realidad lo que más utilizo es el pay per view: me pongo mi película y me relajo yo solito.
Vamos que las noches de gira entre actuación y actuación, Bisbal tiene concierto privado en la habitación de su hotel tocando la zambomba, básicamente... Nunca dejarás de asombrarnos amigo, no sé si mereces un premio por la fidelidad o al salido confeso más popular. Qué contenta tiene que estar Elenita, pero lo que tienes que hacer es llevártela a ella y dejarte de historias.
Vía | Vanitatis
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