Acaba de empezar hace tan solo unas semanas su tan esperado Tour mundial y Britney ya ha comenzado a tener problemas. El primer escándalo ha asomado la cabeza hace bien poquito y la verdad, no creo que sea el último. Se trata de un asunto un poco peliagudo, y es que a Britney no le ha quedado más remedio que despedir a tres de sus bailarines después de que dieran positivo en el control toxicológico que el padre de la estrella, Jamie, obligó a pasar por sorpresa a sus empleados y así asegurarse de que todos ellos estaban en perfectas condiciones.
La verdad es que la intención del padre fue buena, es más yo diría que ejemplar tratándose de Britney. Jamie quiere evitar que, visto lo bien que le va a su hija a día de hoy y como ha conseguido salir a flote, vuelva a caer en la espiral de malos hábitos a los que estuvo enganchada en los últimos años entre los que cabe citar por supuesto, consumo ocasional de drogas. Y el padre dejó muy claro, antes de iniciar la gira, que no iba a consentir comportamientos de este tipo en el equipo de su hija.
Al parecer, los bailarines pidieron a la cantante una segunda oportunidad pero ella no dudó ni un segundo en enseñarles la puerta. Esto se debe nada más y nada menos a que el padre fue consciente de que su hija, en la última gira, se iba de fiesta con los bailarines tras cada concierto, de ahí surgió entre otras cosas su afición al alcohol, su consumo de drogas y el que quizás haya sido, seguramente para ella, la peor de sus aficiones: el matrimonio con Kevin Federline.
Y el padre es consciente de que esta gira está siendo muy dura, en la que la disciplina y el trabajo son dos palabras que suenan cada dos por tres en los oídos de los componentes de trabajo de la gira. Y no quiere que se repita lo mismo del año pasado y echar a perder todo el esfuerzo empleado hasta ahora. Y Britney, después de todo este jaleo, ha decidido relajarse en un hotel de Miami, en donde toma fuerzas junto a sus dos hijos Sean Preston y Jayden James, tomando el sol y bañándose en la piscina. La verdad es que si que se la ve a esta chica reformada. Esperemos que la dure por mucho tiempo, que ya iba siendo hora de que la vida le sonriera.
Vía | Europa Press
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