Quizá no conozcáis a Jessie J, porque la verdad es que a la pobre le está costando sangre, sudor y lágrimas abrirse un hueco en el mercado musical, ese auténtico nido de víboras donde más te vale estar bien espabilada. Uno de sus últimos logros fue el de ser la cantante residente de los MTV Video Music Awards, es decir, que se dedicaba a amenizar las pausas para publicidad y poco más.
Últimamente parece que le ha mirado un tuerto, porque a todos los pesares que le acarrea hacerse con un nombre en su profesión se le ha unido el de haberse roto el pie, lo que le ha costado ser la telonera de Katy Perry. Pero lo cierto es que Jessie J tampoco está demasiado afortunada cuando abre la boca, ni para cantar ni para hablar:
Ahora tengo un respeto diferente por la gente que no tiene piernas.
¡Toma ya! Porque como todos sabemos, tener que llevar muletas durante un mes es lo más cerca que alguien puede sentirse de no tener dos piernas. Lo mismito, vamos. Así que, por esa regla de tres, si se os mete algo en el ojo, podéis decir que sentís un nuevo respeto por los invidentes, o si os pilláis el asunto con la bragueta, está claro que sois uña y carne con los castrati del siglo XVI. Amos, Rafa, no me…
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