Ya os contamos en Poprosa que Amy Winehouse había sido detenida por agredir al gerente de un teatro en la localidad inglesa de Milton Keynes mientras asistía a una representación de 'La Cenicienta' durante las pasadas navidades. Pues bien, el juicio ya se ha celebrado (igual de rápido que el de Loles León, ¿verdad?) y Amy, sin que sirva de precedente, ha hecho algo coherente y responsable: se ha declarado culpable aunque su abogado alegó tambien falta de premeditación para intentar rebajar la condena que finalmente ha sido de dos años de libertad condicional y una multa de 100 libras además de una advertencia del juez instructor del caso de que "si comete una nueva infracción, le aseguro que será castigada duramente".
A ver si la Winehouse espabila de una vez, se aleja de sus adicciones (la cirugía y el solarium pueden parecer menos peligrosas que las drogas pero no dejan de ser adicciones) y se pone a grabar un nuevo disco de una p*** vez.
Vía | El País
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